Cuenta la historia que hace mucho tiempo vivía un hombre que era muy bueno pero a pesar de ello no era feliz. Por lo que decidió venderle su alma al diablo. El hombre invocó al diablo y le dijo lo que quería. Al diablo le encantó la idea de llevarse el alma de un hombre bueno.
El hombre le dijo al diablo que quería que le cumpliera siete peticiones a cambio de su alma, una para cada día de la semana.
Para el lunes pidió dinero y en seguida se vio con los bolsillos llenos de oro. Para el martes pidió salud y la tuvo perfecta. Para el miércoles pidió mucha comida y empezó a comer hasta reventar. Para el jueves pidió mujeres y en seguida lo rodearon las mujeres más bellas. Para el viernes pidió poder y vivió como un cacique. Para el sábado quiso viajar y de repente estuvo en mil lugares.
Luego el diablo le pregunto qué era lo que pediría para su último día, entonces el hombre le respondió: “Quiero que laves estos frijolitos negros que tengo, hasta que se vuelvan blancos.” Por lo que el diablo en seguida le respondió: “Eso es muy fácil.”
El diablo se puso a lavar los frijoles, pero no lograba blanquearlos y pensó: "El hombre bueno me engaño y perdí un alma. Desde hoy habrá frijoles negros, blancos, amarillos y rojos, para que esto no me vuelva a suceder”.
que interesante
ResponderEliminarMuy bueno
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